"El olvido que seremos" de Héctor Abad Faciolince
El cardenal, con su orden despiadada, parecía pronunciar las palabras con que Creonte quiso dejar insepulto al hermano de Antígona: "Nunca el enemigo, ni después de muerto, es amigo". Y mi tío, el hermano de mi papá, parecía decir las palabras de Antígona, la hermana de Polínices: "No he nacido para compartir odio, sino amor".
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